La Comunidad de Regantes Palos de la Frontera ha querido poner en un lugar destacado de sus instalaciones un segmento de tubería que hace 20 años se desmembró del anillo hídrico para poder conectar al regadío del entorno de Palos con el sistema general de agua. Se trata del emblema que supuso el nacimiento de la Comunidad de Regantes al permitir la conexión de la balsa general de riego con el sistema. El inmenso tubo de hormigón que tiene un peso total de 12.600 kilos ha sido colocado por la entidad de riego sobre un pedestal de forma vertical para poder ver su grandiosidad junto a la balsa del sector de riego II y III y las instalaciones aledañas.
El nuevo monumento hidráulico, consistente en un tubería de 5,90 metros de alto y 1,90 metros de diámetro y trata de ser un símbolo del esfuerzo y el empuje de los empresarios agrícolas del entorno por mantener un sector agrícola que ha conquistado los mercados de medio mundo gracias al agua y a las redes de transporte que lo llevan a los campos.
La provincia de Huelva se incorporó tarde al desarrollo de los riegos que se realiza en el conjunto de España mediante la acción combinada de los Ministerios de Agricultores y Obras Públicas. Pero además se incorporó de una forma atípica sirviéndose de caudales no utilizados por infraestructuras creadas para otros fines. La provincia de Huelva de dilatada tradición minera, sí contaba con obras de regulación hidraúlicas destinadas a posibilitar el laboreo de las minas, lo que conllevó a que dentro de los planes de desarrollo del gobierno.
Para posibilitar el abastecimiento de agua al Polo Industrial se ejecutan por el Ministerio de Obras Públicas la presa de Piedras así como las conducciones de suministro hacia el citado polo. Serán estas infraestructuras las que inicialmente aprovecharán los particulares para obtener autorizaciones anuales de riego a partir de los recursos no utilizados.
En las últimas décadas han concurrido varios hechos que obligaron a reorientar la planificación e usos de agua en la región, tales como el declive de la minería regional y de la industria química que vino acompañada de un cambio de modelo productivo con la reconversión agrícola de la provincia y el auge turístico de la costa. Pero de todos estos cambios, el que más trascendencia hidráulica tuvo fue el de la reconversión agrícola hacia cultivos de regadío de alto valor añadido, un momento clave en el que se enmarca la historia de este trozo de tubería.
Este monumento será puesto en valor por la comunidad de regantes y permanecerá como un activo de la memoria de la entidad de riego como símbolo identitario del denostado esfuerzo de una generación de hombres y mujeres por cambiar la realidad social de una provincia apostando por el agua y el cultivo de los frutos rojos.